miércoles, mayo 21, 2008

Vida después de la muerte: El Caso R101

A veces los lectores nos preguntan cuáles son las mejores evidencias empíricas que existen sobre la realidad de la vida eterna (post vida o afterlife, en inglés). Ante lo cual siempre tratamos de explicar que la lista de evidencias es más larga de lo que podríamos abordar en un breve comentario en este blog y que este es un tema que ha sido bien tratado en muchos libros actuales o clásicos, y que ha sido excelentemente resumido en los ensayos ganadores del concurso del BICS, así como en otros blogs (Vida Eterna: El Argumento Racionalista) y otras páginas web, incluyendo artículos de enciclopedias y publicaciones en revistas peer-reviewed, en las cuales se dan referencias a los mejores investigadores que han estudiado los fenómenos de la mediumnidad mental, las comunicaciones espontáneas con personas fallecidas (ADC), las NDE (Experiencias de Muerte Cercana), la reencarnación, las apariciones de crisis (cuando un ser querido está teniendo o va a tener una crisis), las visiones en el lecho de muerte y otros tantos fenómenos psíquicos anómalos que tomados en su conjunto proveen abundantes evidencias sobre la realidad de la supervivencia de la consciencia (la mente y la personalidad) después de la muerte biológica; más allá de la duda razonable.

No obstante, existe un singular caso histórico reciente de gran valor evidencial que vale la pena destacar, por ser este un excelente ejemplo de como es posible obtener información sobre la supervivencia de la personalidad humana a través de personas que son médium. Se trata del caso del dirigible británico R101 que accidentalmente se estrelló en Francia en Octubre 5 de 1930 causando la muerte de todos sus pasajeros. Dos días después la medium Eileen Garrett, en estado de trance durante una sesión espiritista, inesperadamente comenzó a recibir detallada información suministrada por el espíritu del Teniente H.C. Irwin, capitán de la nave. A esta clase de comunicación mediúmnica inesperada donde el espíritu que se comunica no es conocido por los participantes, ni tampoco fue invocado ni invitado a la sesión, se le llama "drop-in", que sería algo así como una "comunicación de pasada", la cual le puede dar aún más credibilidad a la fuente de la comunicación; según los investigadores del fenómeno.

En realidad lo que más llamó la atención sobre esta comunicación es que en ella se incluyeron más de 40 datos técnicos muy precisos sobre cómo exactamente ocurrió el accidente que solo eran comprensibles por pilotos de alto nivel; datos que hubieran sido imposible obtener de otra manera ya que esa información no era conocida por ninguna persona viviente en esos momentos. Además de datos técnicos, la información que Eileen Garret recibió también incluía datos pertinentes a la personalidad del comunicador. Por ejemplo, el uso de frases características o ademanes, los cuales sugerían que de alguna manera ella estaba en contacto con la persona fallecida. Estas sesiones tuvieron tal repercusión que incluso la policía en un momento la interrogó para conocer cómo es posible que ella tuviera acceso a información considerada secreto de estado.

La información obtenida fue verificada por Harry Price, un conocido investigador de los fenómenos psíquicos, miembro de la Society for Psychical Research (SPR) y mago profesional, notable por sus exposés de psíquicos fraudulentos (como el caso del "fotógrafo de los espíritus" William Hope y la médium de materialización Helen Duncan), quien al comenzar la investigación era muy escéptico de la realidad de la vida póstuma, pero que al final resultó convencido de la realidad del mundo espiritual gracias a la abrumadora evidencia obtenida a través de la facultad de mediumnidad mental de Eileen Garrett.

La investigación que continuó alrededor de la tragedia del R-101 está documentada en el libro The Airmen Who Would Not Die de John G. Fuller publicado en 1979, el cual contiene una detallada cronología de los sucesos que ocurrieron alrededor de la tragedia del R-101 y de la asombrosa información que se pudo obtener a través de Eileen Garrett. Un resumen del caso puede leerse en los siguientes enlaces (algunos en inglés).


Sobre Eileen Garrett es importante mencionar además su extraordinaria contribución en otras areas de la investigación psíquica en el siglo XX, incluyendo su participación en los experimentos de laboratorio realizados por el Dr. J.G. Pratt en el Instituto Rhine de Duke University en los años 1930 y la creación de la Parapsychology Foundation para la investigación imparcial de los fenómenos psíquicos.

La cuestión de la imparcialidad en las investigaciones era un punto importante para Eileen Garret porque curiosamente ella siempre tuvo dudas sobre el origen de su facultad y quería estar segura si la información que ella canalizaba realmente venía de personas fallecidas en el mundo de los espíritus o de su propio subconsciente, o quizás de ambas fuentes, lo cual sería lo más probable, y por eso en la introducción de su autobiografía ella escribe:

"Yo tengo un don, una capacidad --un delirio, si les parece-- al que llaman ‘psíquico’. No me importa cómo le llamen, ya que el haber vivido con esto me ha otorgado toda una variedad de epítetos; desde expresiones de reverencia, pasando por duda y lástima, hasta injurias. En resumen, me han llamado muchas cosas, desde charlatán hasta mujer milagrosa. Al menos, no soy ninguna de esas cosas."

Eileen Garrett, junto a Leonora Piper (la célebre medium americana cuya facultad convenció al famoso psicólogo William James y a otros investigadores de los fenómenos psíquicos sobre la realidad del mundo espiritual) incluyendo también a Gladys Osborne Leonard y Geraldine Cummins (quienes participaron en el experimento de las Correspondencias Cruzadas de Frederic Myers y otros experimentos históricos realizados por la Society for Psychical Research) forma parte de un estelar grupo de extraordinarias y genuinas mediums mentales que más extensamente han sido estudiadas y documentadas en la historia de las investigaciones en parasicología, quienes repetidamente demostraron sus excelentes habilidades psíquicas en las más rigurosas condiciones.

Con razón muchas personas consideran que el caso R-101 es uno de los mejores que existen, de entre los tantos que se encuentran enterrados y olvidados en la literatura de investigación psíquica, por la cantidad y calidad de la evidencia empírica que ofrece en favor de la realidad del mundo de los espíritus.

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